Nada más y nada menos que 9 bikers, que acostumbrados a las últimas salidas, me parió un gentío. Pedro no se pasó como acostumbra, y nos llevó por una ruta diferente, al menos para el que escribe, para acabar cenando en el Restaurante de LA CREU D’OLORDOLA, y creo que ESTO SE NOS VA DE LAS MANOS. A este paso nos vamos a preocupar más del maridaje del vino con la carne, que de hinchar las ruedas. Para rematar, algunos de los presentes (no diremos nombres por si nos lee la Federación de Ciclismo), se metieron entre pecho y espalda UN CALENTET. Que para los ignorantes, yo al uso, es como Ron Cremat. Jami, que no lleva bien que se pierda alcohol por la combustión, se perjudicó un poco en el primer trago, pero no paso de susto. Al final de jornada, unos con butifarra, otros panceta, alguien tortilla, alguno viendo cenar al resto y 3 machotes dopados para la vuelta. Al final regresamos 7 de los 9 que fuimos, y dicho así puede parecer que lo de si bebes no conduzcas no es guasa, pero no fue el caso. 2 bikers, enfermos de trihaleras, cambiaron la adrenalina por la panceta. Total 27 km, divertidos y sin incidentes.
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| UN CALENTET? |
Xavi Pérez